domingo, septiembre 30, 2007


TRISTAN E ISOLDA

I
Suaves notas me deslizan por tus aguas,
una línea de azul horizonte levanta el día,
se despliegan libres velas en el cielo.
Y en ti, Isolda,
la desdicha de un viaje que se acaba
con la dulce venganza que fabricas
el filtro de amor que ya siempre nos engarza.

II
Verde oscuridad es la noche que busco
esperando el abrazo que suavice
la angustiosa pasión que llevo
y llevas dentro.
Libamos juntos el fuego de la espera,
ardemos juntos sueños
que deleitan nuestras horas.
Descubierta la pasión y la traición
imposible la vida sin ahogarnos
en promesas de eterna unión y muerte.

Tristán e Isolda somos,
Isolda y Tristán vivimos
promesas de unión y muerte.

III
Habito la cárcel de mi herida,
sueño tus notas y tus besos,
busco ocarinas de vientos dulces y oleaje
que traigan tus labios a mis besos.
Llegas cuando parto en viaje eterno.
Ya nunca la dicha nos alcanza,
sólo encuentras la fría visita de la muerte

Tristán e Isolda somos,
Isolda y Tristán vivimos
eternos sueños de amor y muerte.


El Teatro Campoamor de Oviedo, en su 60 temporada de Ópera nos ofreció un maravilloso, Tristán e Isolda. Wagner en la más pura esencia, con una escenografía conceptual muy interesante en la que la luz fue protagonista de excepción. Las voces de Jon Frederic West y Jayne Casselman, Tristán e Isolda, me parecieron de lujo. Es decir disfruté mucho de las cinco horas de Wagner.
La fotografía corresponde al artículo del periódico que a continuación os enlazo.

sábado, septiembre 22, 2007


Hay días de azules borreguitos surcados por cometas volando muy alto que construyen nidos en el cielo.


RETORNO

Retorno al país de mis recuerdos,
renuevo, rebusco y encuentro
aquel rincón favorito que me arrulla,
que se instala en los frágiles momentos.

Reposo, recupero y vuelvo
con alas renovadas que nacieron
de tus besos que no tengo,
de la fuerza que fabrico cada día,
de quienes acompañan mis caídas,
mis intentos.

domingo, septiembre 16, 2007










Para un occidental un mundo misterioso rodea a geishas y maikos. El paseo por el barrio de Gion con las tradicionales casas de té, contruídas en madera y ancladas en un tiempo pasado que revive y aflora cada día, fue el escenario en el que me crucé con sus ojos rasgados, eran las cinco de la tarde.


GION A LAS CINCO

Paseas cortos pasos,
admirado icono eres.
Sabedora de secretos,
mil amores de sabores
reflejan tus recortados labios rojos.
Una máscara de arroz nos separa,
te protege, esconde tu mirada,
tu altiva mirada.
Un destino esperado te delata,
emocionada reconozco
que aún perdura en ti
un tiempo muy lejano.

Kioto es un lugar indispensable para saborear Japón. El paseo de la filosofía acompañado de cerezos, el tradicional barrio de Gion, el castillo Nijo, los numerosos templos budistas y sintoístas, sus pagodas y jardines zen, jardines de paseo y paisaje, los mercados y los restaurantes, cruzar el río Kamo-gawa por alguno de sus puentes, la sorprendente y moderna estación de Kioto, en la que el acero y cristal provocan un espacio totalmente abierto al cielo.
Pasear Kioto, el ajetreo de su moderna ciudad y sus barrios tradicionales y el reposo en sus jardines es uno de mis mejores recuerdos.


sábado, septiembre 08, 2007



Hay días en los que las contradicciones dominan la propia búsqueda y asoman por todos los poros de la piel.


DICES

Cuando estoy en crisis
me gusta oírte pronunciar
mi nombre, dices.
Cuando quieres respuestas

encuentras la sombra de mi luz,
no la usas como guía,
dices no querer consumir

espejismos ajenos.
Los espejos reflejan
tus propios espejismos,
y quieres dominar tu imagen
incluso cuando el viento
tumba los ánimos
y desata los deseos.




La fotografía corresponde a un día de búsqueda en la Playa de Vega, Asturias.