domingo, julio 23, 2006

















Ayer los verdes me abrazaron, el gran árbol volvió a acogerme en su vientre, la luz cálida y dorada aún me acaricia, los amigos en cómplices horas de poemas, el brillo en sus ojos y los sones de guitarra aún en la memoria me acompañan, las rosas y su aroma en las neuronas, aunque hoy despierto con el sonido de nuevas bombas en Oriente, otra mujer violentamente muerta a manos masculinas, los pisoteados derechos humanos y la paz que nunca existe, nuevas pateras y cayucos con los ojos agotados de esperanza que llegan y no llegan y de nuevo en el mundo un día gris como promesa.
Y yo quiero refugiarme en ti, verde, quedarme suspendida por un rato más en el recuerdo de Les Cuerries.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy por robarte las fotografías... y adueñarme de ese paisaje que transmiten y del árbol que cobija sueños. La velada poética debió ser sumamente emocionante, tal y como la describes.
Gracias por el enlace.
Saludos,

Alejandro Caveda dijo...

Preciosas fotos. ¿Es el Jardín Botánico, no? Por lo que cuentas debió ser una velada apasionante. Un abrazo.

gaia56 dijo...

Tomás las fotos son tuyas... la verdad es que el paisaje de Asturias nos mima, en el mes de agosto este verde es una bendición.. ¿no crees?

Alejandro, las fotos no son del Botánico... hay más vida fuera de Gijón.
Son fotos del concejo de Piloña, de camino a Espinaredo y Les Cuerries. Tengo puesto un enlace... si pinchas en Les Cuerries tendrás algo de información de la zona.
Sales de Infiesto en dirección a Espinaredo, a unos 4 o 5 kms te encuentras una finca con una casa restaurada, una escuela taller, y te encuentras dos magníficos ejemplares que "me abrazan" siempre... La primera foto está tomada después de Espinaredo ascendiendo a Les Cuerries.

Gracias por pasaros.

Anónimo dijo...

El sábado tu te has sentido abrazada por el "gran árbol"
Yo me sentí abrazado por ese árbol, por los verdes de "mi pequeño paraíso" por la poesía y, sobre todo por vuestra amistad.
Me llenasteis el alma de sensaciones y gratitud.
Con amigos así los acantilados de la vida se tornan en playas suavemente inclinadas.
Gracias a todos:
Carmen, Berna, Asun, Noelia, Manuel y Pipo.
Armando.

gaia56 dijo...

Armando me gusta tu frase... los acantilados de la vida se tornan suaves playas.
Tienes razón con amigos como vosotros es fácil sobrellevar todo.
Bueno el caso es que poesía, naturaleza y amigos es un lujo. Gracias a ti por compartir tu paraiso.

ana martinez dijo...

vale, vale, que me habéis dado envidia, que los habéis conseguido, que debería haber estado allí.
en fin, qué le vamos a hacer! pa otra vez será.

bellas fotos para bello paisaje

gaia56 dijo...

Bien, bien Anita, espero que la próxima vez puedas compartirlo con nosotros...deberás escuchar la grabación que te dedicamos con un poema de Elliot...