sábado, marzo 04, 2006


















AQUELLA TARDE DE AGOSTO


Ya avanza la tarde,
el sol dora mi cara
que se esconde en tu regazo,
tras el árbol que adorna
este parque que habito,
que habitamos.

Apenas el leve movimiento
de una mano en el aire suspendida,
y el roce de tus dedos
en mi nuca, en mis labios.

Quiero alargar la estancia del deleite,
cómplice equilibrio de alianzas
que despiertan mis sentidos,
la sonrisa me posee,
y ausente de palabras,
reposo dormitando letargos,
me escondo en tu regazo
tras el árbol que abraza
esta tarde anaranjada
que habitamos.



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