domingo, febrero 12, 2006



Eres hermosa, mujer con dos miradas,
acaricias con ternura cada día,
apaciguando deseos que invadía,
un cuerpo de humedades regaladas.

Cuanto más a las nubes me trasladas,
tus ojos, en mí, despliegan lejanía
desatas pasión que otro decidía
compartir disfrutando tus moradas.

Invádeme de amor aunque no sueñe,
con las verdes praderas de tu olvido
pues mi corazón salta en mil pedazos,

tú invocando otro fugaz destino,
dejando yo que sea otro quien preñe
ilusiones ardientes entre tus brazos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo, bravo, bravo por la valentía de meterse con un soneto.
Te ha salido muy bien.
Enhorabuena

Mariadolcas dijo...

Me rindo ante este soneto redondo y estos versos "invádeme de amor aunque no sueñe con las verdes praderas de tu olvido" y "cuanto más a las nubes me trasladas, tus ojos en mi despliegan lejanía"....
¡¡Una gozada!!